lunes, 19 de septiembre de 2011

Así fue todo

Nombre: Así fue todo
Fandom: Saint Seiya.
Pairing: Hyoga & Shun.
Notas: Drabbles, sin relación uno con otros.

ASÍ FUE TODO
V: Canchas

Olvidaste por un momento todo encargo o toda petición de otra persona cuando viste la maleta del chico que se sentaba adelante tuyo aún tirada y nadie iba a recogerla a pesar de que la sirena que indicaba la hora de salida ya había sonado.

Pensaste un momento si era sensato recogerla e ir a entregársela, pero tú ya eras él último del salón y te diste cuenta que pronto el conserje del sitio iba a cerrar la puerta y de ese modo la maleta quedaría encerrada y sin el dueño presente.

Sentiste por un momento la duda recorrer tu mente pero era, por lo menos en esta ocasión, mejor ignorarla y la recogiste para ir a buscar a su dueño.

Te encontraste con los pasillos casi deshabitados una gran seña del tiempo que había pasado, y ya casi no había nadie, con tu mirada trataste de ver por lo alrededores alguna melena rubia y dejar en la nada el pequeño encargo que tenías en tus manos.

Seguiste caminado llegando a las canchas del lugar viendo como algunos chicos y chicas del instituto realizaban sus ejercicios para las próximas competencias que se darían en el sito.

Tu mirada fue al piso y un ligero rubor adorno tus mejillas cuando viste algunas personas viéndote parado en ese sitio, pensaste que se estaban burlando de ti por tu apariencia y de seguro te estaban criticando por ser tan osado en ir a las canchas donde los mejores deportistas del colegio estaban, sintiendo una gran vergüenza.



No te percataste cuando la persona que estabas buscando se encontraba en frente tuyo con gran sudor en su frente y la respiración algo acelerada debido al deporte.

—Muchas gracias Shun, se me había pasado el tiempo y olvide ir por mi maleta.
 
—N-No importa —trataste de desviar la mirada porque te diste cuenta que no era sano ver a una persona en ese estado más cuando los colores se te subía al rostro solo al notar esa presencia y pensaste que definitivamente el quedarte tan tarde te hacía un poco de daño.
Sentiste tu cuerpo temblar ligeramente cuando el rubio te sonrió y tu no pudiste evitar bajar más tu mirada debido a la pena que estabas sintiendo, seguro que tu cara estaba toda roja y no querías que él lo notara.

—Gracias ¿Quieres ir a comer algo conmigo como agradecimiento? – no pudiste evitar subir tu rostro ante esa pregunta, contestaste afirmativamente y te fuiste a sentar lejos del sitio para de ese modo no molestar en el entrenamiento que se estaba dando.

—¿Resultó el plan Hyoga?

—Claro —te habías alejado tanto que no escuchaste esos últimos comentarios, la verdad era que ese día no iba a ser el mismo pero de una buena manera.

 FIN



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